Suena el teléfono a las 3 de la madrugada.
→Aló....!!!!
—¿Patrón?... Habla el capataz de su hacienda .
→Hola ¿Pasó algo?
—No, nada grave Patrón. Sólo quería avisarle que su lorito se murió!!!
→¿Mi lorito?
→Aló....!!!!
—¿Patrón?... Habla el capataz de su hacienda .
→Hola ¿Pasó algo?
—No, nada grave Patrón. Sólo quería avisarle que su lorito se murió!!!
→¿Mi lorito?
—Si Patrón, ese mismo!!!
→Pero...¿De qué murió?
—Comió carne podrida.
→¿Y quién fue el idiota que le dió carne podrida?
—Nadie Patrón!! Él se la comió de uno de los caballos que estaban muertos.
→¿Caballos? Que caballos?
—Dos de sus caballos pura sangre se murieron de cansancio, por tener que cargar tanta agua.
→Y porqué cargaban el agua ?
—¡Para apagar el fuego!
→¿Fuego, qué fuego?
¿Dónde?
—En su casa Patrón.
Una vela se cayó debajo de una cortina y prendió fuego a la casa.
→¿Vela? Pero quien putas encendió una vela en mi casa, si tiene electricidad?
—Fue una de las velas usadas en el velorio.
→¿Velorio? ¿Cual velorio?
—El velorio de su mamá, Patroncito.
Ella llegó en la madrugada sin avisar y yo le metí un balazo pensando que era un ladrón.
→¡¡Nooooooooooooooooooo!!! ¡¡No puede ser!!!
—¡Ya cálmese ya Patrón!! No exagere!!
¡Tanto escándalo por un lorito?